Tus manos
Vaya que adoro tus manos
Veo tus manos y las toco con la delicadeza con que se abre un libro de alta estima
Mi corazón descifra que hay toda una vida en tus manos
Con ellas te despojaste del velo de la inocencia y descubriste el mundo
Las cosas que llamaron tu atención recibieron tu caricia
Y delineaste con tus dedos el contorno de aquellas que despertaron tu curiosidad
Cuántas lágrimas, me pregunto fascinado, murieron en el dorso de tus manos y cuantos sudores desterrados de tu frente al contacto de tus dedos.
Cuanto amor han dado tus manos y cuanta veneración han recibido
Hay toda una vida en tus manos que ahora estrechan la mías
Nuestras manos se rozan, se tocan y se besan, y todavía permanecen entrelazadas sorteando la distancia sobre la mesa, al memorable calor de un café que de seguro ha de repetirse
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