sábado, 31 de agosto de 2019

Anhelo

Que mis amigos nunca olviden mi nombre; ni se pierdan en el camino de regreso a esos lugares donde solíamos disfrutar de la vida. Donde nos conocimos y sin concierto decidimos confiar el uno en el otro.
Que mis amores del pasado se curen con la distancia, y filtren de su memoria los malos recuerdos, y me dediquen de cuando en cuando un pensamiento.
Que la mujer que ahora camina a mi lado atesore este tiempo compartido y lo cuente entre las cosas que hacen de esta vida un viaje maravilloso.
Que mis lectores se sientan identificados con mis escritos que no son más que el reflejo de un alma franca, ingenua y soñadora; un alma que no se avergüenza de escabullirse desnuda a través de mis dedos para posarse entre las líneas que tomarán por asalto los ojos de aquellos que tengan, la dicha o la desgracia, de fijarse en ellas.
Que esta vida sea buena conmigo, a pesar de los días difíciles, porque es todo lo que tengo.
Que mi alma nunca se desahogue porque entonces, solo entonces, quedaré vacío.