sábado, 6 de octubre de 2018

Placebo

Bajo este cielo un mísero efebo
Se ahoga en el veneno de su propio anhelo
Naufraga en la lujuria de su amor no confesado
Y en su más letal agonía 
Remonta el éter levitando en un suspiro
Para contemplar desde arriba una edénica figura
Y aunque la moza de sus caprichos
Tiene el don de poner fin a su calvario
Él no hace más que asomarse
Solo asomarse a la estratosfera de aquel
Paraíso femenil
Como una insinuación, un deseo contenido
Para verla sin ser visto
Imitando sin saber al tipo de la persiana
O el de la celosía que celaba
Y cuanto más celaba más amaba
Entonces, alcanzado el alivio de mirar
Comienza el pobre amante discreto
A bosquejar un retrato
Un retrato de mujer, retrato de una pasión
Que oprime con dolores de parto
Y obliga al onanismo como recurso perentorio
Para no morir de frustración
Así que el placebo salva una vida
Y sólo él sabe cuánto alivio aporta una mano amiga
Y cuanto se parece al amor aquel deseo
Porque viene desde adentro
Sin embargo, la musa de su amparo nunca se dará por enterada.