sábado, 23 de noviembre de 2019

Atisbo de un recuerdo

Hay recuerdos que vienen asidos a una nota de piano
Y vidas que penden de un suspiro
Hay personas que se quedan para siempre en el aire de una noche de luna
Y al ser evocadas ponen de manifiesto la inmensidad de una cama sin su ritmo, sin su compás, 
la inmensidad de una cama sin los extremos impredecibles de un bemol
Hay seres, que se funden con almas afines, y aunque no hayan nacido bajo el mismo signo
Se reconocen y se entregan
Esta noche invoco a futuro la lectura de mis dedos sobre los contornos de tu vientre, la melodía de tu alma sofocada, la discordancia del sentido en el caos,
Aquel barullo en el que un grito o un gesto desencajado no se parecen en nada al dolor.

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